Plásticas Zozaya nació en 1964 de la mano de su fundador, José Gabriel Zozaya Armendáriz, un hombre perspicaz y atrevido que vio en el plástico un producto de futuro. Fue valiente y se decidió a comprar una pequeña máquina manual, instalándola en los bajos de su casa natal de la localidad navarra de Villava, comenzando así su periplo como empresario.
Pasaron unos años difíciles, pues el tejido industrial del país -y especialmente el de Navarra– apenas estaba creado. Y costaba conseguir materias primas. “A veces se recurría casi al contrabando», contaba José Gabriel a sus hijos y nietos. Y las cantidades a producir muchas veces eran lo que hoy se consideraría una «muestra».
Pero estos duros inicios crearon una fuerte personalidad en Plásticas Zozaya, comprendiendo que sin dedicación y sacrificio no hay recompensa. Nunca dando un «no» por respuesta y siempre buscando la mejor solución a los problemas de nuestros clientes, la empresa creció y pasó de padres a hijos.
La segunda generación tomó las riendas de la empresa a lo largo de los años 90, con un entorno muy diferente al que se enfrentó José Gabriel. Fueron unos años de mucho movimiento y gran avance técnico, y Plásticas Zozaya supo adaptarse y distinguirse en un entorno cambiante y competitivo.
A día de hoy, la tercera generación de inyectadores se encuentra trabajando en Plásticas Zozaya, en unas instalaciones con tecnología de vanguardia, aportando una actitud entusiasta y unos conocimientos actuales del sector, lo que le empuja a seguir trabajando ilusionados en los diferentes proyectos que se presentan.